El diseño web ha recorrido un largo camino desde sus comienzos allá por los años 90. Las primeras páginas, que eran estáticas y empleaban solo texto, han dado paso a otras dinámicas, interactivas y en las que el atractivo visual ocupa un papel central. En este artículo vamos a contarte la evolución del diseño web.
En la década de los 90, el diseño web era una novedad. Los primeros sitios eran extremadamente simples, compuestos principalmente de texto, con enlaces subrayados y algunas fotografías básicas. La tecnología de la época limitaba lo que se podía hacer y los navegadores no soportaban muchas de las características que damos por sentadas hoy en día.
El lenguaje HTML (HyperText Markup Language) fue introducido a principios de los 90 y rápidamente se convirtió en el estándar para crear páginas web. Los diseñadores del momento tenían que lidiar con conexiones lentas, por lo que la navegación era complicada.
A medida que avanzó la década, comenzaron a aparecer elementos de diseño más sofisticados. La introducción de los GIFs, pequeñas imágenes animadas, y colores de fondo personalizables permitieron experimentar más con el apartado estético, aunque estos primeros intentos seguían siendo visualmente toscos.
La era del Flash
A finales de los años 90, Macromedia Flash (luego adquirido por Adobe) revolucionó el diseño web al permitir generar animaciones avanzadas. Esto le dio la oportunidad a los diseñadores del momento a romper con las limitaciones del HTML y crear experiencias más inmersivas y dinámicas. Muchos sitios empezaron a tener intros animadas.
Sin embargo, el uso de Flash tenía sus desventajas. Los portales basados en esta herramienta eran a menudo pesados y tardaban mucho en cargar. Además, posteriormente no era compatible con todos los dispositivos. A pesar de estos problemas, tuvo un impacto significativo en la evolución del diseño web y rompió los límites de lo que era posible.
La llegada del CSS a comienzos de la década de los 2000 marcó un antes y un después. Permite establecer estilos avanzados y crear elementos dinámicos que influyen en gran medida en la apariencia de una web y en la forma en la que se presenta la información.
El CSS permitió a los profesionales de la época separar el contenido del estilo, lo que facilitó la creación de webs más limpias y consistentes. Así, con este lenguaje podían controlar elementos como la tipografía, las formas o los colores, sin afectar al resto de componentes.
En el año 2003 aparecieron dos gigantes que cambiarían la historia de esta disciplina: Facebook, la red social por antonomasia, y WordPress, una plataforma de gestión de contenidos en la que se basan la mayoría de las webs en la actualidad.
El auge del diseño adaptativo
Otro hito importante en el diseño web fue la aparición de los ‘smartphones’ o móviles inteligentes a finales de la década de los 2000. Con ellos, surgió la necesidad de portales que funcionaran en distintos tamaños de pantalla. Esto introdujo un nuevo concepto, el de diseño responsive, que ajusta un portal web automáticamente a distintas resoluciones.
El diseño adaptativo mejoró la experiencia de usuario, pero complicó la tarea de los programadores y diseñadores web.
Con el paso del tiempo, el diseño web responsive ha cobrado un papel protagonista. Según el Digital Report 2024, en 2023 el 69,4 % de la población mundial se conectó a internet únicamente desde un teléfono móvil. Por eso, no es de extrañar que hayan aparecido filosofías como la del ‘mobile first design’, que priorizan la visualización de una web desde este tipo de dispositivos.
Mobile first design: la técnica de diseño web centrada en móviles
El presente del diseño
Hoy en día, el diseño web se ha centrado más que nunca en el usuario. El atractivo y la estética de una página son cada vez más importantes, así como su facilidad de navegación y su funcionalidad.
La velocidad a la que carga un sitio es también un aspecto fundamental, ya que si tarda mucho hay un gran riesgo de fuga de visitantes.
Además, el diseño ha integrado principios de accesibilidad para asegurar que todo tipo de individuos pueden utilizar internet, independientemente de sus limitaciones.
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